viernes, 5 de junio de 2009

El Secreto

Viendo el programa que han estrenado hoy en Antena 3, “El secreto”, me han venido recuerdos de mis experiencias más fuertes como voluntario. Parece mentira cómo las debilidades de las personas, las cosas más pequeñas, son las que nos impactan más, nos hacen dar un giro a nuestra vida.
Para mi quizás ese giro no sea tan grande, porque la vida que llevo va orientada a ese tipo de gente. Pero ese no es el caso del empresario e importante arquitecto Joaquín Torres, participante de la primera retransmisión de este nuevo programa.
Durante su participación en el programa convive en La Coruña con ex toxicómanos, personas con problemas económicos y con un colectivo de voluntarios que se dedica a ayudar a personas con problemas de movilidad a salir de su casa y moverse por la calle. El ver las dificultades de estas personas con SIDA y cómo las personas que están a su cargo –muchos son voluntarios- muestran esa gran dosis de amor y de humanidad, en él se produce un cúmulo enorme de sentimientos que le hacen dar un giro completo a su vida.

Joaquín siente la necesidad de hacer algo por ellos y ve que lo único que está en sus manos son aportes económicos, en términos de dinero o de edificaciones de su constructora, para facilitar la calidad de vida de todas esas personas que tantas dificultades sufren.
Siendo consciente de que uno cuanto más rico es, más agarrao es, en el caso de Joaquín actúa una fuerza que hacer aportar a esta ONG más de 1 millón de euros en total.

Yo opino que la mejor forma de aportar es gastando tu tiempo con esas personas, más que dejando esa cantidad de dinero, lo veo más humano. Pero de todas formas, la actitud de Joaquín me parece inigualable, tengo dudas de que yo fuese capaz de algo así.

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