jueves, 29 de enero de 2009

Llega la Revolución a Belém do Pará (FSM09)

El Foro Social Mundial (FSM) continúa siendo el principal esfuerzo internacional de reflexión crítica frente a la globalización capitalista y de aproximación de los movimientos políticos y sociales de crítica y oposición a ella. Aunque sus resultados para la globalización de las luchas sociales estén regidos por varios factores y se puede decir que aún son muy modestos, la conquista o reconquista de elementos internacionalistas en las concepciones de alternativas tiene una enorme importancia. Ninguna otra gran articulación internacional de los oprimidos parece haber surgido en condiciones de sustituir o superar al FSM. Para ser más claro, nos estamos refiriendo al tiempo presente, al gran período abierto por la simultaneidad entre crisis de las formas de dominación imperialista, por un lado, y por el otro, las movilizaciones sociales de oposición, de presentación de alternativas radicales en busca de representatividad popular y de intentos parciales de sustituir los regímenes alineados al imperialismo que se vienen desarrollando desde finales de los años noventa.


Sólo un deseo muy intenso puede empujar a tanta gente de todos los rincones del mundo a viajar tantos kilómetros en cualquier condición adversa para reunirse con otra gente que se hace las mismas preguntas. ¿Cómo lograr que los movimientos sociales tengan relaciones fluidas con sus gobiernos? ¿Cómo avanzar con proyectos comunitarios que impliquen cada vez a sectores más amplios? ¿Cómo conseguir financiamiento para redes de comunicación alternativas? ¿Cómo lidiar con opiniones públicas nacionales cooptadas por grandes medios de comunicación que responden a sus propios intereses? ¿Cómo preservar patrimonios tangibles e intangibles tan valiosos que es improbable que no vengan por ellos los que son más poderosos?

Algo se huele en el aire y es probable que se convierta en la síntesis de esta edición del Foro. Sinergia. Algo que a su manera y en cuestiones clave han comenzado a procurarse un gran puñado de gobiernos latinoamericanos. Unir fuerzas. Tender puentes entre sí. Relevar lo que les sobra a unos y les falta a los otros. Resolver las cuestiones colectivamente pero ampliando la idea de lo colectivo a lo regional. La crisis es más que nunca, desde la perspectiva de Belém, una oportunidad. Pero aquí no hay líderes carismáticos ni presidentes de los que se espere ninguna de esas respuestas. La esencia del Foro es la recuperación de la ciudadanía latinoamericana en su faz inédita, la que nunca tuvo históricamente desde la Conquista. Hoy son en su mayoría los conquistados los que sacan la cabeza y elevan la voz, porque América latina y los continentes emergentes nunca han dejado de ser conquistados.

Y yo, ¿qué tengo que decir de esto? Pues que me llena el corazón de esperanza, ver cómo tanta gente se une sólo para mejorar el mundo. Esperanza porque me rebela que no estoy solo en esto, y porque realmente el mundo puede mejorar. El FSM ejerce una gran presión, ya que atrae medios de comunicación, y da voz a los sin voz.




No hay comentarios:

Publicar un comentario